Vestigios de una ciudad maya de hace más de 2.800 años fueron descubiertos dentro de una zona arqueológica en el norte de Guatemala, cerca de México.
Arqueólogos de Guatemala y Eslovaquia descubrieron una ciudad maya de más de 2.800 años de antigüedad en la selva del Petén, al norte de Guatemala, cerca de la frontera con México. Bautizado como ‘Los Abuelos’, el sitio fue identificado por sus monumentos ceremoniales, esculturas antropomorfas y una planificación urbana avanzada para el periodo Preclásico Medio (800-500 a.C.).
Con una extensión aproximada de 16 kilómetros cuadrados, se perfila como uno de los centros ceremoniales más antiguos en la región.
Lo impresionante de esto es que la fecha lo convierte en uno de los centros ceremoniales más antiguos e importantes, no solo de la Mesoamérica y del Continente Americano, sino de todo el mundo. La razón por la cual esta metrópolis llevaba siglos oculta, es debido a que se encontraba escondida entre la selva.
La razón porque se le decidió poner al sitio “Los Abuelos”, es por el hallazgo en el lugar de dos hermosas esculturas antropomórficas que representan a una pareja ancestral.
Se calcula que estas fueron construidas en el 500 o 300 A.C, lo que las hace más antiguas que la instauración del Imperio de Japón en Asia.
Además de esta metrópolis, en otro sector de la zona conocido como Petnal encontraron una pirámide de 33 metros de altura, la cual esta decorada con murales del periodo Preclásico. Lo interesante de este sitio es que encontraron un sistema de canales para agua de hace 2,200 años, siendo el más antiguo del mundo.
En esta misma región, durante abril científicos hallaron un altar teotihuacano milenario oculto en la famosa ciudad maya guatemalteca de Tikal, lo que demuestra una clara red de comercio entre las culturas mesoamericanas que habitaban México y Guatemala, desde tiempos que preceden al Imperio Romano.
Cabe señalar que, la civilización maya se expandió en territorios que actualmente ocupan el sur de México, Guatemala, Belice, El Salvador y Honduras. Su existencia se remonta a por lo menos el 2,000 A.C, siendo una de las pocas civilizaciones del Preclásico que llego a comerciar con la “cultura madre” Olmeca.
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