EDITORIAL

Una inyección, pero de recursos para la Salud

CONFEDEPRUS Confederación Democrática de Profesionales Universitarios de la Salud. Federaciones y Asociaciones de Base FEDEPRUS


Según estudios realizados por el Centro de Políticas Públicas e Innovación en Salud de la U. del Desarrollo (CIPSUDD), publicadas en El Mercurio hace unos días, entre 2020 y 2024 las prestaciones GES rezagadas por cáncer en Chile crecieron 221,8%, al pasar de 4.758 a 15.312. Es decir, se triplicaron en 4 años, con un impacto directo en los tiempos de espera para la atención de las personas, en especial mujeres, existiendo atrasos de hasta un 30% por tumores mamarios, cuyas prestaciones aumentaron un 12% entre 2023 y 2024. Lo anterior, sumado a las demoras en recibir atención, pues de las 15.312 prestaciones atrasadas en cáncer las que llevan más tiempo de demora son las relacionadas con el cáncer cervicouterino, llegando al año de postergación, por lo cual este año resulta crucial para poder reducir la espera en general, pero con énfasis en aquellas atenciones que registran mayor mortalidad, como pasa con el cáncer, toda vez que uno de los grandes desafíos para el sistema de Salud Público es reducir la cantidad de casos que se encuentran en espera de una atención o de una cirugía, cuyo número cerró 2024 por sobre los 3 millones.

Ante ello, como CONFEDEPRUS y junto con otros gremios de la Salud creemos necesario, urgente e impostergable un reajuste presupuestario que permita abordar la crisis en Salud Pública, inyectando los recursos suficientes para ser capaz de dar respuestas oportunas a la demanda por atención de la población ya que después de la pandemia todo aquello fue postergado, incrementándose las listas de espera, por lo que resulta indispensable poder mejorar la gestión y optimizar los resultados a través del incremento de personal del equipo médico, la apertura de más pabellones, más insumos y equipamiento que permitan resolver estas atenciones pendientes en Salud. La gran demanda de atención existente en el sistema sobrecarga al personal, que ya es insuficiente y que sigue secuelado a partir de la experiencia vivida en pandemia, tanto en su salud física como mental, lo que mantiene altos índices de ausentismo a razón de las funciones que cumplen en sus espacios de trabajo.

 Necesidades que hoy deben resolverse no sólo para contar con todo el personal disponible para la atención, sino también para cerrar las brechas que tenemos en nuestros hospitales y que permitan dar una atención más oportuna a la población, situación que no sólo se mejora con aumento de especialistas, lo que puede resolver parcialmente el problema a través de distintas redistribuciones de personal para reducir listas de espera, pero eso seguiría sobrecargando al personal y no da una solución estructural. Más recursos, más personal, más insumos, más equipamiento y más infraestructura para el sistema de Salud Pública es lo único que va a permitir avanzar en estas brechas históricas en materias de atención en nuestro país. Sin recursos y sin el personal suficiente es imposible avanzar en aquello.

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