La escalofriante confesión de un genocida: El Capitán de Corbeta Adolfo Scilingo, denunció los crímenes cometidos por la Armada y admitió su participación en los ‘vuelos de la muerte’.
El Capitán de Corbeta Adolfo Scilingo ha sido el único militar argentino en comparecer voluntariamente ante la Justicia. Denunció los crímenes cometidos por la Armada y admitió su participación en los ‘vuelos de la muerte’. Esta es su escalofriante confesión, en una entrevista de 1998, hecha antes de viajar a España y ser condenado por la Audiencia Nacional.
Adolfo Scilingo (78 años) está en libertad condicional. A pesar de los 1084 años de cárcel a los que la Audiencia Nacional española condenó en 2005 al represor por delitos de lesa humanidad cometidos contra 30 personas, al que se le sumaron dos años más tarde 255 secuestros y un caso de tortura. El excapitán de corbeta, que participó en al menos dos vuelos de la muerte durante la última dictadura cívico-militar, fue el primer militar que rompió el pacto de silencio y que detalló como lanzaban personas detenidas-desaparecidas vivas al mar desde aviones de la Armada.
Scilingo fue acusado, bajo la jurisdicción universal española , por el juez de instrucción Baltazar Garzón de genocidio, 30 cargos de asesinato, 93 de lesiones, 255 de terrorismo y 286 de tortura. Negó los cargos, pero inicialmente se negó a declararse culpable, alegando encontrarse mal. En 2005, los médicos dictaminaron que Scilingo era apto para ser juzgado.
Scilingo, quien se retiró de la Armada en 1986, posteriormente cobró gran notoriedad al confesar públicamente, en marzo de 1995, al periodista Horacio Verbitsky su participación en los llamados vuelos de la muerte , la primera de una serie de confesiones públicas conocidas en Argentina como el «efecto Scilingo» (Feitlowitz, 1999). Scilingo cumplía una condena por fraude en Argentina en ese momento.
